
Sobre Michel...
Miguel Ángel Quiroga, nació en Facatativá, Cundinamarca, el 1 de octubre de 1972. Inició su pre-noviciado en Bogotá en 1990 con la comunidad de El Perpetuo Socorro e hizo su noviciado al año siguiente en San Clemente, Risaralda. Hizo los primero votos en Bogotá, el 12 de diciembre de 1992. Trabajó en Lloró un año y luego regresó a Bogotá a estudiar en la Universidad Pedagógica, donde obtuvo la licenciatura en Ciencias Sociales en diciembre de 1997.
Desde enero de 1998 venía trabajando en la parroquia de Lloró, con otros sacerdotes marianistas. La Iglesia Católica en Chocó ha hecho un trabajo valiente, admirado por todo el país, por su compromiso con los pobres y su trabajo en favor de la paz y del desarrollo social. Pero Michel, no tuvo mucho tiempo de crecer en ese apreciado trabajo. Hacia fines de 1997, uno de sus colegas marianistas denunció ante varias autoridades que el Ejército había asesinado a un campesino en la región y que había bastantes evidencias que así lo señalaban.
El 18 de septiembre, el religioso Michel acompañaba al párroco de Lloró, José María Gutiérrez, y a un grupo de unos 40 campesinos, en un viaje en bote a la comunidad de El Llano, a celebrar las fiestas patronales. En el afluente se encontraron con dos botes más en los que se transportaban unos 20 paramilitares. Éstos hicieron arrimar las dos embarcaciones de la comunidad a tierra firme y les pidieron la documentación a todos los pasajeros.
Al religioso Michel le dijeron: “Quédese con nosotros”. Pero éste los interpeló y les preguntó: “¿Por qué me tengo que quedar con ustedes si ustedes no son ni siquiera cuerpos legales para pedir documentación? Yo me voy con la comunidad”. Entonces sin pronunciar palabra, el jefe de ese comando paramilitar, alias 'Raúl', sacó su revólver y le disparó en el pecho. Lo mató en el momento. El párroco y los campesinos fueron advertidos que no se podían mover del sitio hasta que no pasaran dos horas o sino correrían la misma suerte.
Minutos más tarde, los asesinos del religioso Michel llegaron a Lloró en busca de gasolina para seguir su viaje. Inicialmente, se dirigieron al cuartel de Policía, donde dijeron que habían acabado de “bajar” a un curita. Los miembros de la Fuerza Pública no hicieron nada al respecto y dijeron que no tenían gasolina. Para resolver la situación, los paramilitares se trasladaron a la Alcaldía y obligaron al Personero a entregarles un cheque para comprar el combustible. Finalmente, tanquearon y se marcharon con absoluta tranquilidad.
Nos cuenta Manuel Gonzalo (religioso Marianista) sobre Michel. “era un joven serio, pero alegre. Había decidido poner su corazón en las manos del Señor”. Era exigente consigo mismo, exigencia que la distribuía en tres aspectos: su formación profesional, su entrega al servicio y, su vida de oración. Celebraba las fechas importantes, sobre todo de aquellos que vivían con él, sabía cómo crear un clima de fraternidad.
Era un joven crítico, inteligente y práctico «le ponía pasión a lo que hacía», «tenía clara su misión con los pobres»